Espero que no te hayan pegado nunca un puñetazo en la cara. Primero porque es realmente desagradable, para qué nos vamos a engañar. Y segundo porque no sabes nunca qué cara poner. En resumen, que no salimos bien en la cámara, que perdemos nuestros encantos, que tenerlos..los tenemos. En este video se ha grabado la cara de unas cuantas personas recibiendo un mamporro sin contemplaciones. Se ve que si no, no tiene gracia. Y es curioso ver cómo se descompone el gesto, cómo huesos y músculos se las ven y se las desean para encajar el golpe. Es lo que tiene la cámara lenta. No deja de ser curioso.
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