Así cantaba el Georgie Dann y se forró año tras año con sus cancioncillas de verano. Pero tranquilo, no tengo intención de atormentarte con sus éxitos, sino de hablarte del Carnaval que, a lo tonto, ya está aquí.
El Carnaval donostiarra no es de los más sonados, pero quien tiene ganas de pasarlo bien lo consigue fácilmente. Soy de los que opinan que el carnaval va con uno mismo y no con la txaranga, que en todo caso ayuda a mejorar el ambiente. Hace años, cuando el Carnaval fue rescatado de los años de prohibición se produjo una explosión. Parecía que todo el mundo estaba deseando desmadrarse, vestirse de indio, de vaquero o de pirata. Fueron los años de gloria del carnaval donostiarra que, años después, se ha acomodado en una estructura festiva, ceñida casi al fin de semana, arropado por las comparsas y por quienes siguen aferrados a un espíritu de jarana y juerga.
También es apreciable la recuperación de tradiciones carnavaleras donostiarras, que tratan de alejarse de mimetismos cariocas y evocar comparsas añejas en la ciudad, desde los Caldereros, la comparsa de Gallos o la comparsa de Jardineros que desde hace años mantiene Eskola por las calles de la ciudad.
Así que, un año más…el Carnaval donostiarra arrancará en torno a sus comparsas, que presentarán sus montajes en sendos desfiles por la ciudad el sábado y el domingo. Habrá Dios Momo y mañanitas bajo el balcón de su particular olimpo, para acompañarle al Ayuntamiento al traspaso de poderes. No faltarán los concursos de disfraces y parodias, las verbenas para mover el esqueleto y las comparsas tradicionales. Y todo hasta que el lunes se proceda a enterrar a la sardina víctima de la Cuaresma.
Pues bueno, es hora de disfrutar, de desmelenarse, de desinhibirse, de desmadrarse. Es Carnaval.. y Donosti se prepara para vivirlo. Eso sí, si puedes dáte un salto a Tolosa, donde el Carnaval tiene label de calidad. Sin envidias (salvo las sanas) y sin complejos (lo hacen mejor, y punto).
GORA IÑAUTERIAK !!
El Traje de los Domingos 