Cuando una fiesta termina sin más noticia que la fiesta, tiene el cielo ganado. La Semana Grande donostiarra ha llegado a su fin y lo único reseñable tiene que ver con el programa, con el ambiente, con la fiesta. Y no es poco.
Ha sido una semana abarrotada de gente por todas partes, con buen tiempo salvo en sus dos primeros días, con momentos para la playa y momentos para disfrutar de los conciertos, la música, los gigantes y los cabezudos, los fuegos artificiales…
De estos últimos, y como miembro del jurado, diré que por unanimidad de todos acordamos dar el primer premio a los italianos. En esto, como en casi todo en la vida, hay mucho opinador y cada uno -nosotros también, faltaría más- tiene su opinión subjetiva, personal e intransferible. La colección italiana fue espectacular..con neto sabor italiano. Quedaron en segundo lugar los de Peñaroja, que hicieron un castillo espectacular. En mi modesta opinión cualquiera de las dos podría haberse hecho con el primer premio. El tercer puesto se los llevaron los alaveses de Valecea que hicieron una participación muy buena. Fue una pena, pero no vimos la colección china que, literalmente, se la tragó el humo. Puede ser injusto, pero no se puede opinar de lo que no se ve.
Y hablando de fuegos, impresionante piromusical de Ricardo Caballer..con una perfecta sintonía entre música y fuegos. Bravo, maestro.
Así que la Semana Grande se termina. Habrá a quien le ha encantado -díselo a las madres que han luchado cada noche con la hora de llegada de los hijos…- y a quien, como de costumbre, le habrá parecido un asco. Es una tradición más donostiarra que la del helado en los fuegos.
Me quedo con el arranque multitudinario, con la comparsa de gigantes y cabezudos recorriendo día tras día las calles de la ciudad, con los conciertos del Boulevard, alguna tarde en Illunbe, los toros de fuego haciendo las delicias de los peques, el abordaje pirata…en fin. No tenemos casi nada que envidiar. Te lo digo en serio..¿sabías que una encuesta hecha en Bilbao ha arrojado como resultado que lo más apreciado por los bilbainos de su Aste Nagusia son…los fuegos? Ya ves, podía parecer que las txosnas, que Marijaia que tal y que cual…y resulta que, como aquí, son los fuegos. Que por cierto, no tienen comparación respecto del lugar desde el que se lanzan. A ver si te lo enseño que supongo que iremos este año.
Que sí, que no nos quejemos..la fiesta va por dentro y cada uno debe saber cómo disfrutarla.