Ya hace tiempo que no abrimos capítulo del libro de cómo ha evolucionado San Sebastián, y va siendo hora. Riberas de Loiola es uno de los barrios más jóvenes de la ciudad y más populosos. Durante años fue un terreno baldío, propiedad privada de una serie de promotores que esperaban tiempos mejores para acometer el proceso de construcción en el que finalmente derivó.
Yo vivía en Amara Berri y recuerdo las «incursiones» a aquellos terrenos, que creíamos llenos de culebras (quizás lo estaban..) y en los que corríamos entre huertas clandestinas y maleza. Al lado, discurría el río que a veces olía a demonios y por el que de tanto en tanto veíamos una serie de gabarras retirando lodos (qué envida!)
Vaya imagen, eh?. Así era la zona de Riberas de Loiola. El Urumea no estaba encauzado y la variante tenía otras salidas, diferentes a las actuales.
No había nada, ni una casa, ni un vial, ni un parque..era una enorme extensión de terreno vacío, desaprovechado. Ir a Loiola era casi una excursión que abandonaba la ciudad y se adentraba en una especie de terreno de nadie. Aunque tenían propietarios.
Una de las primeras actuaciones que se llevó a cabo, allá por 1995, fue la de asentar la franja ferroviaria por la que circulan los trenes que van a Madrid o a Irún. En la foto se ve que no había ni vial de conexión ni nada parecido. Pronto empezará a cambiar la cosa.
El río se encauza y se crea un maravilloso paseo de borde que alcanza hasta el barrio de Loiola. Se reparcela el terreno y empiezan a asomar los solares sobre los que se edificará el nuevo barrio. También se han construido ya los nuevos accesos a la Variante, liberando terreno para la construcción de viviendas.
Ya se perfilan los primeros edificios, los más próximos al río. En el meandro, se dispone ya la parcele que será de equipamiento deportivo.
Van las obras adelante. Se construye, se edifica, se diseñan plazas..y alguna que otra obra se queda paralizada al pillarle la crisis del ladrillo.
Ya se ha construido la mayor parte del barrio. Los edificios ya empiezan a ocuparse, aunque faltan las actuaciones en el borde del río, donde más tarde se construirá un amplio paseo, una pasarela con el parque de Cristina enea y otras actuaciones. La iglesis del Iesu de Moneo ya está levantada y preparado el terreno para el futuro parque del Jardín de la Memoria.
Asi se ha construido este barrio que, como se aprecia en esta foto aérea, es uno de los más populosos y grandes de la ciudad. Espero que te haya gustado el recorrido..
El Traje de los Domingos 