Llevan las tiendas unos cuantos días frotándose las manos, llenando sus escaparates de corazones rojos de todos los tamaños y destilando olor a bombones, pastelazos y…uff, el 14 de febrero, como siempre, es San Valentín. Y ya se sabe, hace tiempo le cargaron el mochuelo de ser el «patrón de los enamorados».
Cuenta la historia, que el tal Valentín fue un sacerdote cristiano en la Roma del siglo III. Al parecer, en aquella época, a los soldados se les prohibía estar casados, aduciendo que rendían menos en el campo de batalla. El tal Valentín, optó sin embargo por el amor y celebró en la clandestinidad muchos matrimonios..hasta que le pillaron. Fue llevado ante la autoridad competente y puesto a prueba: si devolvía la vista a la hija ciega, se convertiría él y toda su familia al cristianismo. Adivina quién hizo el milagro…pero tal golpe de mano no le libró de ser encarcelado. Desde su celda envió cartas de amor a la chica a la que devolvió la visión. La víspera de su ejecución se despidió con un hortera «de tu Valentin»…Murió ejecutado al día siguiente, un 14 de febrero…¡¡casualidad!!
Y esta historia pastelaza como ella sola es la que nos ha obligado durante años a tragarnos la rueda de molino de esa película en la que San Valentín se aparecía entre las parejas con bombín y paraguas. Y todo ello mientras sonaba la cancioncilla..»Hoy es el día de los enamoradooosss….»
Como suele pasar, el ansia comercial ha acabado devorando esta celebración y hoy no quieres a tu pareja si no le regalas una gargantilla de oro, una alianza, cuarto kilo de pralinés o medio jardín de rosas. Un empalago total…¿o no? Será hortera o lo que quieras, pero el 14 de febrero muchas personas se declaran su amor eterno, aunque meses después acaben a bofetada limpia. Uno de los últimos ejemplos está en el puente Milvio de Roma, donde se ha puesto de moda refrendar el amor uniendo dos candados y arrojando a las aguas del Tiber las llaves. Y todo a cuenta de la novela «Tengo ganas de ti» que ha puesto de moda este rito…
En fin, enamorados, tortolitos…Feliz San Valentín!
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